Tengo hambre de mirarte
y veo que no vienes,
tengo miedo por ti,
por hoy no amarme.
Te vas tan lejos de mi
que casi odio amarte,
mientras, la tarde vuela
no sé, quizás al oriente,
como si fuera el aire
que no puede quedarse
pero que busca refugio
donde nadie le quieres
y no desea perderse
como se pierde una vida
la vida mía que añora
un día estar contigo
sobre esta tierra que piso
y bajo el cielo que abraza
nuestras almas desde el día
en que nos conocimos,
y que nos dimos la vida.